PREGÓN 2013

   A continuación os dejamos el Pregón de la Semana Santa 2013 de Villarrubia de los Ojos, celebrado el Domingo 24 de abril, Domingo de Ramos en la Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción, habiendo sido D. Francisco Javier Serrano López vecino de la localidad y cofrade de la Hermandad de Jesús Nazareno y Santísimo Cristo en la Agonía el encargado de realizar el ya tradicional Pregón. Al final tenéis el audio del Pregón para todo aquel que desee escucharlo.


   En primer lugar, quiero darle las gracias a mi antecesora Ana María, por sus amables palabras de presentación hacía mi persona, como pregonero de la conmemoración anual cristiana de la Pasión Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret.
   Quien mejor que ella, mujer de fácil léxico y capacidad expresiva. Con dichas virtudes ya nos deleito el pasado año, en su disertación puntual sobre la Semana Santa. Razonamientos argumentados, al tratarse e una profesional docente, e integrada en el sólido club de lectura de Villarrubia de los Ojos. Una vez más, gracias Ana María.
   Fuera de contexto y como prólogo al pregón, es de recibo por estar de plena actualidad, resaltar la figura del nuevo Pontífice.
   La Iglesia Católica ha acertado con su elección, ya es querido por su sencillez y humildad, admirado por los fieles católicos y respetado por los no creyentes.
   El nombre de Francisco con el que desde ahora le conocemos, nos evoca su espíritu evangélico, de cercanía a los pobres, su identificación con el pueblo sencillo y su compromiso con la renovación de la Iglesia.
   En definitiva, Francisco, es el Papa soñado.

PREGÓN SEMANA SANTA 2013


   Ante todo, buenas tardes y bien hallados en nuestro templo parroquial, para escuchar un año más el tradicional pregón de Semana Santa.
   Después de declinar el pasado año, la agradecida petición de la Junta de Hermandades, de que fuera el pregonero de tan respetuoso acto, sin ser trascendente en el este momento lo pasado, comprendí en su momento que tenía una deuda adquirida con la junta y sobre todo conmigo mismo.
   Las casualidades no existen y sin proponerlo, según las estadísticas de organización, el presente pregón desde que se instauraron hace el número 33, la edad como todos conocemos de Jesús de Nazaret, Jesús, Cristo o Jesucristo, como la figura central del cristianismo.
   Además este año la portada y cartel anunciador de la Semana Santa 2013 corresponde a la Hermandad y Cofradía de Jesús Nazareno y Santísimo Cristo en la Agonía. También el sentirme orgulloso de ser Hermano Cofrade de la misma, desde el máximo respeto y admiración al conjunto de Hermandades, que trabajan para que nuestra Semana Santa sea digna de admiración.
   La Semana de Pasión es el punto álgido de la encarnación redentora de Cristo, el cual siendo de condición divina asumió la naturaleza humana, para ser liberada de la esclavitud del pecado y de la muerte y así el hombre pudiera encontrar por pura gracia, la plenitud de la felicidad y la vida eterna.
   A raíz que se van sucediendo los correspondientes pregones, desde que la Junta de Hermandades los incorporó cada Domingo de Ramos, para darle más relieve a un gran acontecimiento religioso, estos son culminados con un selecto y esplendido concierto por parte de la Agrupación Musical Virgen de la Sierra.
   Esta contribuye al relieve y esplendor de una Semana de Pasión, que llena de orgullo a Villarrubia de los Ojos, mereciendo éste ser declarada de interés regional, para admirarla contemplarla y aumentar el lado sentimental y religioso de esas imágenes tan nuestras, que en sus desfiles procesionales, sobre todo al ritmo que marcan los costaleros, uno tiene la sensación de estar más cerca de ellas.
   Al ser elegido pregonero, a uno le llena de satisfacción al incorporarse al ramillete de paisanos y allegados pregoneros que cada año van enriqueciendo y singularizando nuestra Semana Santa, con aportaciones, argumentos y matices de todo tipo, religioso, social, espiritual, familiar o ritual. Sin embargo hasta ahora faltaba un argumento tan importante como el resaltar el buen arte de la música religiosa en Semana Santa y en ella nos centraremos en parte, en este modesto Pregón para dignificar la grandiosidad de la misma.
   Durante dicha celebración es cuando la música adquiere los caracteres de lo profundamente religioso. Es donde verdaderamente se encuentran enmarcadas las grandes obras maestras. La música es un motivo existencial. Es emoción contenida ante un silencio sepulcral, cuando sus notas son esparcidas en el tenso ambiente y son recogidas con una sensación de paz y felicidad, sobre todo en un marco incomparable como es el templo parroquial.
   El pregonero debe ser capaz de trasmitir al auditorio un pregón, con la honestidad de que este debe de salir del corazón, del sentimiento y de la experiencia adquirida.

   Como hermano nazareno o morao que soy desde que nací, he tenido un largo recorrido de vivencias cofrades, que han sido gratificantes, por lo que recíprocamente, debo de tener la deferencia de devolver a la Semana Santa, una ínfima parte de lo que ella me ha dado a mí.
   Una de las formas de hacerlo es entregarse a esta ardua pero feliz tarea de tejer un pregón, no ha sido nada fácil, aunque la inspiración, el recuerdo y la capacidad de trabajo, han sido las herramientas nobles para dicha elaboración.
   La Semana Santa y la vida de hermandad, es algo más que folclore popular y espectáculo, debe de prevalecer la fe, el sentimiento y el respeto, sobre todo cuando de túnica nos investimos, dichos adjetivos deben de ser sinónimo de discreción y anonimato.
   Antes de encauzar lo que estrictamente va a ser el pregón año 2013, sin que estos guarismos conlleven superstición alguna, la Semana Santa es una gran fiesta cargada de significados y simbolismos religiosos y a su vez de reuniones y encuentros familiares. Para algunos es una excusa para tomarse unos días libres, pero para la mayoría es una semana donde se afianza la fe católica y se celebran otras cosas, fundamentalmente el comienzo del cristianismo y los hechos que culminaron con la vida terrenal de Jesús y que sentaron las bases de la fe católica.

   En Villarrubia de los Ojos podemos presumir de tener un patrimonio imaginero increíble, imágenes concebidas como arte y expresividad. Éstas sirven para educar el espíritu y para abrir nuestro interior hacia nuevas dimensiones, fe, cultura, arte y participación ciudadana. Se hacen presentes para poner por delante de nuestros ojos, los sufrimientos, muerte y resurrección de Jesús Nazaret.
   El significado de la música en Semana Santa es que ésta expresa sentimientos de alegría y tristeza, la música es música cuando emociona.
   Uno de los más grandes filósofos y teólogos de la cristiandad, San Agustín, nos dejó dicho, "Cuando me acuerdo de aquellas lágrimas que derramé al oír los cánticos de la Iglesia, a los comienzos de haber recobrado mi fe, y que ahora mismo me conmuevo, no con el canto, sino con las cosas que se cantan, con voz suave y con la modulación más apropiada, reconozco de nuevo la gran utilidad de esta costumbre".
   Hay que reseñar de modo claro y evidente, que la música desde el Medievo está íntimamente ligada a la liturgia cristiana, no existe la menor duda en afirmar que la música, fue el primer arte al servicio de la Semana Santa ya desde la articulación del Año Litúrgico en la Edad Media.
   La religión ha sido fuente de inspiración para todos los grandes compositores a lo largo de los siglos, Haendel, Bach, Mozart o Beethoven, por citar algunos nombres indispensables. Tienen en su haber numerosas obras de música que son recuperadas por formaciones corales e instrumentales.
   La música en estos actos sirve para darle el tono de solemnidad necesario, tanto si se trata de misas, como si son procesiones. Si bien en las primeras son corales o solistas, los que interpretan piezas propias, que acompañan a cada momento la celebración litúrgica, en las segundas los grupos de viento y percusión que van marcando los pasos de las mismas, son los que de verdad cobran protagonismo. Prácticamente se puede decir que la música es el complemento indispensable que ayuda a mantener el fervor que la Semana Santa requiere.
   Hasta el oído mas neófito está familiarizado y adaptado a las marchas tradicionales de siempre, es bueno innovar y crear, sin embargo, hay obras que por su belleza, calidad y lo que transmiten, se han convertido en clásicos que siempre perduraran en el tiempo.
   Hay formas musicales tan fáciles de identificar, como a la vez difíciles de analizar. Y esto ocurre con las marchas procesionales, marchas que aunque se escuchen en cualquier ocasión o lugar, se identifican enseguida con ella y sin embargo cuan distintas son unas de otras, distintas en su expresión, ritmo, melodía e incluso en su carácter.
   Como ejemplo, Triunfal, es una marcha procesional eucarística, que concretamente está ligada a la solemnidad del Corpus Chiristi. Es una adaptación para banda de música de "Cantemos al amor de los Amores", cerrando los ojos al oírla uno inspira el olor a pétalos de rosas y al tomillo y romero de este solemne día.
   En el mosaico de marchas hay dos épocas contractadas, una de antigua tradición, con las marchas que han venido haciendo la historia de la música procesional y otra de marchas pertenecientes a nuestros días, con una instrumentación y carácter propio, aunque inspiradas en los mismos sentimientos que aquellas.
    La historia de la Semana Santa se remonta a los tiempos de la Reconquista, cuando tras la expulsión de los musulmanes, llevada a término por los Reyes Católicos, la Iglesia puso todo su empeño en promocionar los valores y tradiciones cristianas, después de siglos de influencia árabe.
   Zamora es la ciudad que alumbró la primera Cofradía de España en 1.273, (la de La Santa Vera Cruz), sus procesiones son probablemente junto a las de Sevilla las más sentidas y espectaculares en el segundo caso, su procesión de Jueves Santo es la más antigua de España, (siglo XV).
   De estas ciudades y regiones entre otras, empezó a expandirse las ideas, la creatividad, la capacidad organizativa y sobre todo la música de la Semana Santa. Sin duda es Andalucía y sobre todo Sevilla, donde radica la natividad, creatividad y adopción de los grandes compositores de marchas fúnebres y de Procesión.
   Manuel Carmona en su libro, un siglo de Música Procesional en Sevilla y Andalucía tiene registradas 1.285 marchas, decenas de ellas con alusión a la misma imagen pero de diferente compositor.
   Es a la Esperanza Macarena a la que se le ha dedicado mayor número de composiciones, un total de 60, sin embargo dos de ellas están por encima de las demás, ambas con el titulo de Macarena, en calidad la de Emilio Cebrián y en popularidad la de Abel Moreno.
   Jesús Nazareno tiene registradas alrededor de cuarenta marchas procesionales, sin duda la composición de Emilio Cebrián es la número uno, dedicó "Nuestro Padre Jesús" (1.935) su obra cumbre en el género de la música procesional, al Cristo jienense del mismo nombre, conocido popularmente como "El Abuelo".
   La hermosa composición incluye como contrapunto en su trío final, un fragmento del himno a Jaén, cuya autoría corresponde también al propio Emilio Cebrián, hago un énfasis detallado en ella, puesto que es mi marcha favorita, como también lo era de mi padre, al cual con este recordatorio homenajeo.
   En la Semana Santa villarrubiera, desde hace décadas, estamos familiarizados con la audición de al menos varias decenas de marchas, que a su vez son ya clásicas y autenticas obras maestras en infinidad de pueblos y ciudades de España.
   Significo catorce de ellas, las cuales cada año nos deleitan y sobre todo emocionan con su ejecución.
   Sobre todo por repertorio y calidad, están representados los dos grandes de la composición de marchas fúnebres y de procesión, cuatro marchas, Nuestro Padre Jesús, Jesús Preso, Cristo de la Sangre y Macarena de Emilio Cebrián.
   Abel Moreno también con cuatro, Macarena y Hermanos Costaleros, son marchas de palio y mecer el paso. Soledad Franciscana y la que está catalogada por excelencia, la marcha de todas las marchas, ¡La Madruga!
   Rocío, de Manuel Ruiz, Pasan los campanilleros y Estrella Sublime de López Farfán, de este último sus obras más emblemáticas, independientemente de su gran talla musical, hay que admirarlo en su calidad de innovador de la marcha procesional.
   Anteriormente a sus composiciones, el estilo de la música que imperaba era fúnebre y lento, sin embargo con López Farfán apareció otro tipo de marcha procesional, rítmica y vibrante a cuyo son, los pasos de palio cobraron vida y comenzaron  mecerse de forma desconocida hasta entonces, como un homenaje musical tributado a la Virgen María. Todo esto y de influencia andaluza, se contempla en la procesión de la Virgen de la Esperanza en la madrugada de Jueves Santo al Viernes Santo.
   Para completar las catorce sugeridas marchas, hacemos mención de Procesión de Semana Santa en Sevilla de Pascual Marquina y sobre todo relativo a lo fúnebre y luctuoso dos grandiosas marchas, Amarguras de Font de Anta y Mater Mea o Madre Mía de Ricardo Dorado, esta última de triste recuerdo para mí.


   Estas son las significativas marchas que cada Semana Santa y a lo largo de los años siempre hemos escuchado, siendo indispensables para el acompañamiento de los diferentes tronos y pasos, que estén personalizadas con la imagen correspondiente.
   Sobre todo las clásicas, dependen de los diferentes pasos a desfilar en su día, siendo muy importante, que el director de una banda de música, sepa adaptar un repertorio adecuado, para deleite de quien las oye y a su vez contempla con devoción y admiración un desfiles procesional. En definitiva todo es pasión, muerte y resurrección a través de la música.
   Las hermandades de Pasión de nuestro pueblo, también tienen su particular marcha de Semana Santa y con nombre propio, el primer gran maestro y compositor que ejerció con solidad y criterio en Villarrubia de los Ojos durante 15 años, en las décadas de los 50 y 60, creando una gran Banda Municipal, fue Manuel Navarrete Pozo. Compuso Jesús Nazareno para la hermandad de los moraos, Soledad y Vera Cruz para los blancos y Virgen de la Esperanza para los verdes, marchas emblemáticas y que fueron de obligada ejecución durante décadas.
   La duración de la Cuaresma como introducción a la Semana Santa, está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia, en ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y Elías en la montaña, de los cuarenta días que paso Jesús en el desierto, antes de comenzar su vida pública y de los cuatrocientos años que duró la estancia de los judíos en Egipto.

   Comienza la Semana Santa en Villarrubia de los Ojos y con ella sus cinco grandes desfiles procesionales. Jueves Santo es uno de los días más llenos de celebraciones litúrgicas y religioso-populares, sinónimo de final de la Cuaresma, de Santos Oficios, Tiempo de Perdón y de Reconciliación Fraterna, comienzo del Triduo Pascual, día de Guardar y de Precepto. El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia y se culmina con la procesión de la Flagelación, con un alto sentido de lo que es el comienzo de la Pasión de Jesús.
   Jueves Santo es el nombre dado a la fecha en que Jesús celebró la Pascua con sus discípulos conocido como la Última Cena, en la que fue vendido y traicionado por Judas. En ella quedó constituida la Eucaristía. Con esta breve exposición literal, quedan representados los pasos a desfilar en dicha tarde Santa.
   También es digno de contemplar el conjunto de estandartes de ambas hermandades, los cuales representan las diferentes etapas o momentos vividos pro Jesús. Desde el momento en que fue aprehendido hasta su crucifixión y sepultura. Catorce estandartes representativos del Vía Crucis o Camino de la Cruz en el caso de los moraos.
   Los significativos estandartes de los blancos representan a los siete Dolores de la Virgen. Se puede decir que, desde el principio del cristianismo, que la espada que atravesó el alma de María, -según las palabras de Simeón- ha provocado compasión tierna de los buenos cristianos. Y es que al recordar la pasión del Redentor, los hijos de la Iglesia no podían menos que asociar al dolor del Hijo de Dios, los sufrimientos de su bendita Madre.
   Las hermandades cofrades de Jesús Nazareno y Santísimo Cristo en la Agonía y de la Soledad y Vera Cruz, comienzan su desfile procesional con sus pasos más significativos y como titulares Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores realzado y enmarcado con la grandiosidad de las marchas de pasión, se puede seleccionar un repertorio adecuado. Pero sin duda tres de ellas son imprescindibles para dicha procesión.
   Nuestro Padre Jesús, gracias al maestro Cebrián por esta obra de arte. Dudo que se pueda componer algo tan hermoso y emotivo. Hay que ve a Jesús Nazareno andar con esta marcha y comprobar que le va como anillo al dedo. No importa que se pase la Semana Santa, seguirá siendo una joya para oírla y sobre todo sentirla en cada momento.
   Jesús Preso, o por alusión al paso de La Flagelación o Amarrao a la Columna, marcha exclusiva de Jueves Santo. Es otra más de las de toda la vida, que forma parte de nuestra cultura cofrade. Amarguras es la marcha que expresa a través de la música el desgarro y dolor de una madre, reflejado en la imagen de la Virgen de los Dolores. Y como sus costaleros lo resaltan, ¡pones tus ojos al cielo, con angustiosa mirada, reflejando en las estrellas, la pena que hay en tu alma!.
   Y llega la noche del Jueves Santo al Viernes Santo cuyo protagonismo corresponde a la Hermandad Cofrade de Jesús en el Descendimiento y María Santísima de la Esperanza, donde se escenifica la procesión de La Oración en el Huerto. Es la gran noche para los verdes, también se podría denominar como "La Madruga", bien por su desarrollo nocturno, o en homenaje a la obra cumbre de la Semana Santa, admirada en cualquier rincón procesional de España. Abel Moreno compuso esta obra maestra hace 25 años, es difícil no emocionarse con los compases de esta marcha.
   Por su propio itinerario, la Virgen de la Esperanza desfila majestuosa al ritmo y balanceo de la música procesional. Compuesta en exclusiva para Ella, aunque cada pueblo o ciudad tenga su propio encanto o singularidad, es como si un trozo procesional de Sevilla se hubiera trasladado a Villarrubia de los Ojos. Se la piropea y se contempla su belleza con devoción a la misma vez.
   A los acordes del himno nacional, sale de su capilla, para protagonizar una larga y mágica noche. Al momento, la Agrupación Musical a través de un selecto programa y mezclado con el sonido que produce el arrastras y caminar de las zapatillas de los costaleros, comienza a interpretar entre otras marchas tan fundamentales, Macarena o Hermanos Costaleros. También se une el sonido acompasado de los varales, en el balanceo del palio equivalente a mecer el paso.
   Momentos de emoción, son las esperadas "levantas" a pulso. A lo largo de la procesión, donde la más importante de ellas es la que se realiza en la Ermita de San Isidro. Ya es familiar escuchar ruegos, recordatorios y frases al golpeo del llamador del paso, como, ¡Todos por igual valientes!, ¡Al cielo con ella mi alma!, o ¡Artistas del costal!, este comportamiento también tiene su tono de musicalidad.
   Por su itinerario de costumbre, la Virgen de la Esperanza es admirada y venerada. Uno contempla como sus labios esbozan sonrisa y pena a la vez. Sus hermosos ojos derramando esperanza y percibiendo la fragancia que va dejando al paso del palio. La Virgen refleja el dolor sin llanto, reposo entre lágrimas y lágrimas. Es la cara de la pena, o la naturalidad jamás mejor expresada. Avanzada la madrugada, llega a pie de su capilla desarrollándose el mismo acto que a su salida, de nuevo una marcha idónea para mecer el paso de palio, entrando aplaudida y vitoreada con la interpretación del himno nacional.

   "Los Encuentros" son un acto de hondo significado, al evocar o traer a la memoria momentos dolorosos, que dramatizan el dolor que nace del amor, dolor más hondo que los sufrimientos físicos. En definitiva dolor de madre, es la procesión por antonomasia, o lo que es lo mismo, "Los Encuentros" como definición, por delante de procesión de Semana Santa.
   Tres caídas, tres encuentros, Madre e Hijo, cruzan una mirada sin palabras, mirada que traspasó de dolor sus corazones. Los encuentros son un conglomerado lleno de encanto y admiración, para las gentes que los presencian. Sentirán sentimiento y devoción por una Imagen o Hermandad determinada, sin embargo la grandiosidad radica en la culminación de cada encuentro, escenificación y consecuencia directa. Sólo queda observar con pasión los rostros de Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores.
   En ese momento sublime, a diferencia de cualquier otra procesión, donde desfilan una o más hermandades cofrades, por un itinerario, en "Los Encuentros", se desarrolla el impacto emocional donde dos imágenes se buscan con la mezcla de amor y dolor al despuntar el alba.
   Comienzan "Los Encuentros". Los nazarenos desfilan buscando la calle Empedrada, la más seria, la más silenciosa. Des su inicio impresiona como se van alargando las filas con riguroso y programado orden de cofrade a cofrade, con esa mezcla del morao de la túnica, con el negro luctuoso de las cruces.
   Paralelamente los blancos enfilan la calle de la Iglesia, buscando el primer y más emotivo encuentro, también para ellos es el más serio. Prima el silencio con la solemnidad y rezo del Santo Rosario. Las dos hermandades avanzan con paso firme, lento y de máximo respeto, donde se aprecian todo tipo de sonidos a través del silencio.
   "Los Encuentros" tienen su propia música, cuando hay una combinación coherente de sonidos y silencio. ¿Dónde radica la supuesta ficción musical? En la apreciación sobre todo desde dentro e investido de cofrade, del que produce el arrastre de cadenas de los penitentes moraos, el rezo y el desgranar las cuentas de los rosarios de los blancos. Al estar rodeados de zonas verdes como son las plaza y la glorieta, se incorporan cientos de gorriones con sus trinos celestiales.
   El murmullo de la gente en la tensa espera del encuentro, ya vienen los moraos, también los blancos, lo delate el sonido singular e inconfundible de las matracas o carracas de ambas hermandades. El redoble de las cajas de percusión como instrumento de órdenes y marcador del paso de los costaleros, cuando el reloj de la villa también se incorpora a la Procesión, dando varias veces las señales horarias durante el recorrido, con las primeras notas de la marcha procesional de Nuestro Padre Jesús. Sin duda todos estos conceptos son sinónimo de música.
   Lega el gran momento, donde los costaleros de ambas hermandades, unos con su acción y otros con su recorrido, culminan un encuentro espectacular que activa el corazón de los presentes. Es el significado profundo de quien tiene que solidarizarse con las cruces de los demás, si se comparte el peso de la cruz y el dolor.
   El momento cumbre de cada encuentro impresiona hasta los propios cofrades, sobre todo a los nazarenos, los que tienen la posibilidad de aproximarse al mismo, rompiendo el rigor de las filas. Personalmente siempre que he podido he sido participe de estas vivencias, para presenciar de cerca, la sacrificada puesta de rodillas y posterior levantamiento de los costaleros de Jesús al ejecutar la poderosa voz del capataz en su tenso silencio ¡Arriba!
   De inmediato los hermanos blancos no quieren ser menos en su fogosidad y entusiasmo, también es digno de admirar su recorrido sincronizado y su parada en seco gritando todos al unísono ¡Ya! Como dije anteriormente es un momento de total impacto emocional.
   De esta manera con la oración de cada encuentro y el esfuerzo acrecentado de los costaleros culmina de manera peculiar la entrada de Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores a la Iglesia Parroquial, exultantes y con plena demostración de alegría por el deber cumplido.

   Hay que puntualizar que en ocasión única "Los Encuentros tuvieron acompañamiento de marcha procesional, ocurrió hace 40 años (1.973), fue una sensación extraña por inusual, pero muy del agrado de quienes los presenciaron.
   Hubo unos años finales de los 60 y principio de los 70, en los que se dieron dobles acontecimientos. Los domingos de pasión y después de la función de los moraos, Jesús Nazareno salía en procesión y los hermanos desfilaban sin túnica y con distintivo y farol, a su vez la Banda Municipal esta disuelta.
   Una devota de Jesús Nazareno, sintió pena de que en esa procesión no llevara música y bajo promesa al recuperarse un familiar de su grave enfermedad, ofreció que Jesús llevaría música en una inmediata ocasión y esto ocurrió en Los Encuentros del año mencionado, además de conseguir reagrupar de nuevo a la banda de música, bajo el beneplácito del por entonces alcalde Lucio Villegas Juárez (los instrumentos eran de propiedad municipal). Comenzando ésta una nueva andadura, con 18 componentes, 12 de nuestro pueblo y 6 de Villafranca de los Caballeros, todos ellos auténticos solistas y de ahí sin interrupción hasta nuestros días.

   Viernes Santo, primer día del Triduo Pascual, rememora la crucifixión y muerte de Jesús, como parte de las celebraciones católicas en la Semana Santa. El Viernes Santo es uno de los momentos de mayor importancia, pues para los cristianos nace aquí una gran plenitud espiritual de los hechos ocurridos en la historia de la religión. Se trata de Jesús que da su vida por todos nosotros.
   El Santo Entierro es una procesión grandiosa y multitudinaria, desfilando las tres hermandades por un mismo itinerario, con un potencial de cerca de tres mil cofrades y un impresionante acompañamiento de luz, hacia los once pasos que esa noche procesionan con el silencio, respeto y devoción que dicho acto penitencial requiere.
   De salida cada hermandad se inicia desde un templo o ermita diferente buscando un mismo itinerario para confluir. Verdes, moraos y blancos en la Soledad y desfilar todos juntos como si del punto de partida se tratara. A partir de aquí queda el admirar los pasos sobre todo los titulares y deleitarse con las marchas adecuadas, tres de ellas imprescindibles, Soledad Franciscana, Amarguras y Mater Mea, o Mardre Mía.
   Mater Mea, sencillamente increíble par ala noche del Viernes Santo, manifestación de la amargura y el dolor reflejados en la Virgen de la Soledad, marcha que requiere en su audición un silencio profundo, para mí representa la pena total y de triste recuerdo fúnebre.
   En el catolicismo no es concebible la Pasión sin la Virgen. De aquí su presencia y la multiplicidad de advocaciones. En Villarrubia de los Ojos, Virgen de la Soledad, Virgen de los Dolores, Virgen de la Esperanza, Virgen en el Calvario, pero en realidad todos estos títulos coinciden en que María es Compasiva y Santa, está en Soledad y es Dolorosa, como es una madre, también es la de Jesús, de aquí la cercanía a todos nosotros y por supuesto a Ella, dirige Jesús la Tercera Palabra desde la Cruz, "Mujer, ahí tienes a tu hijo" y al discípulo amado "Ahí tienes a tu madre".
   Al Cristo en la Agonía le conviene con toda justeza la Sexta Palabra, "Todo ha terminado". Podía significar todo está cumplido, que todo está perfecto, que Jesús ha terminado en su totalidad lo que le marcó el Padre, por él nada ha quedado pendiente. Consideremos ante este paso, que cuando Jesús expira agotado y con un sufrimiento que no ha sido superado por nadie, culmina el amor que nos tiene, pues todo ello ha sido para nuestra redención, perdón y salvación.
   Por una razón simplemente cronológica, atribuyamos al Señor en el Sepulcro, la última de sus palabras, la Séptima, "Padre en tus manos encomiendo mi espíritu". Jesús muere en paz, se deja morir, no en un negro vacío sin fondo, sino en unas manos que le amparan, no de alguien, no de un dios no conocido ni descubierto, sino en las palmas amorosas del Padre. Muere Jesús invocando a Dios, su Padre, muere en paz, sereno, tranquilo, ahora ya tiene, por fin, un lugar donde reclinar la cabeza coronada de espinas.

   En la procesión como advocación de El Resucitado, es donde se desarrolla el encuentro más deseado de la Semana Santa, la Resurrección de Jesús. Y de qué manera tan esperada se escenifica dicho acto. Las tres cofradías desde su inicio dos itinerarios distintos desfilando con la solemnidad y el rigor del Jueves y Viernes Santo para confluir en el punto de partida, donde se desarrollara el deseado encuentro de la Madre con el Hijo.
   Moraos, blancos y verdes todos sin capirucho y con el distintivo de El Resucitado acompañan las imágenes de El Sepulcro Vacío y El Resucitado y este año la Virgen en el Calvario transitando indistintamente dos procesiones en una, hasta llegar al momento crucial del encuentro.
   De nuevo emoción contenida, el Encuentro esperado como culminación de la Semana Santa, entre Jesús Nazareno y María Santísima. Tras este emotivo acto, en el que se despoja a Nuestra Señora del negro luto, dejando ver un blanco manto, el color de la pureza y de paz espiritual, ya es Domingo de Pascual, el día más importante del año litúrgico, el de la resurrección de Cristo.
   La resurrección es el fundamento de la fe en Jesús, ya que en ella se basa la esperanza de la salvación del mundo. La Iglesia entera festeja el triunfo de Cristo sobre el pecado.
   Desde este momento, las tres hermandades desfilan como único cortejo procesional, todos mezclados sin un orden establecido, todo es colorido y alegría y a ellos también se incorpora un elemento importante y de gran sonoridad, que le da relieve y sentido a la celebración de Semana Santa, como es la música.
   El resto de la procesión se desarrolla de manera desenfadada, entre otras cosas a través de la Agrupación Virgen de la Sierra, con un repertorio donde cabe cualquier composición, pasacalles pasodobles o porque no, hasta m´sucia de charanga. Es la exaltación de la Resurrección, como si de barra libre musical se tratara, dicha procesión marca el final de una intensa y emotiva Semana Santa.

   Debemos estar orgullosos de nuestra Semana Santa,valorada al máximo por todas las gentes que nos visitan, sea por la riqueza artística de los pasos y tronos, por la vistosidad y fervor de cientos de hermanos cofrades y por la capacidad de trabajo de las respectivas directivas, moraos, blancos y verdes y su Junta de Hermandades.
   También hay que resaltar el esfuerzo y el trabajo sincronizado, de la totalidad de los 501 costaleros mayores y pequeños, chicos y chicas, bien sea al hombro o a costal. Todo ello enmarcado con el relieve e interpretación musical de las marchas fúnebres y de procesión, ejecutadas de manera muy profesional por todas las bandas y agrupaciones foráneas incluidas las de cornetas y tambores y en especial la perteneciente a la Hermandad de Jesús Nazareno y la muy premiada Agrupación Musical Virgen de la Sierra, ambas de nuestro pueblo.
   También es digno de alabar el esmerado trabajo de las camareras para dejar a punto los 17 pasos que procesionan. Ser camarera es un trabajo delicado que exige poner mucho cuidado y esmero. El ser camarera de un paso procesional, es más bien un trabajo oculto y poco reconocido. Si este va bien es lo natural, pero si sale mal, -algo totalmente improbable al trabajar en equipo-, puede que se busquen nombres propios de culpabilidad.
   La música desde siempre, ha estado enraizada en mí, en todos sus conceptos, por mi entorno familiar, mi padre y mis hijos la profesaron y ejecutaron. En mi caso infinidad de veces me arrepentí de no haber estado integrado en ella en alguna época de forma directa. Sobre todo y como he argumentado, en algún momento del pregón, en lo estrictamente religioso. Puesto que cuando la música va envuelta en fe, ésta se convierte en un sentimiento que te da paz y sosiego y una sensación de limpieza espiritual del alma.

   Con este pregón deseo homenajear a todos los músicos que desde siempre, han estado integrados en la Banda Municipal, desde su fundación y con la denominación de Agrupación Musical Virgen de la Sierra hasta nuestros días y felicitarles de antemano, por el esplendido concierto, con el que en unos momentos nos van a deleitar.
   Este pregón quiero dedicarlo a mi mujer y a mis dos hijos, que las últimas palabras, de esta religioso-musical disertación, sirvan para expresar orgullo, satisfacción y sobre todo honor compartido, es como el sentimiento de deber cumplido, por haber realizado el sueño de ser el Pregonero de la Semana Santa de mi pueblo que es el vuestro, Villarrubia de los Ojos, gracias a todos ustedes por haber estado presentes en el mismo.

FRANCISCO JAVIER SERRANO LÓPEZ
Villarrubia de los Ojos, 24 de marzo de 2013


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